Tras una reducción importante de pérdida de peso, la piel y los tejidos a menudo carecen de elasticidad y no pueden ajustarse a la reducción del tamaño corporal. Como resultado, la piel que se ha visto gravemente estirada.En la parte superior de los brazos hay mayor hundimiento y aparece suelto. Los senos se aplana y cuelgan.
La zona abdominal se desparrama por ambos lados y en la zona baja de la espalda también cuelgan los restos de piel. En las nalgas, la ingle y los muslos se puede provocar un hundimiento y bolsas de piel colgando. En este caso la cirugía es apropiada ya que mejora la forma y el tono del tejido subyacente que soporta la grasa y la piel, y elimina el exceso de grasa y la piel floja.
El resultado es una apariencia más normal para el cuerpo, con suaves contornos. Esto es, en esencia, la fase final de su experiencia total de la pérdida de peso.
