viernes, 29 de febrero de 2008

Horoscopo chino

El Horoscopo Chino se creo hace miles de años, es tanto más antiguo que el zodiaco occidental.
En la actualidad hay miles y miles de personas creyentes del Zodiaco Chino en el mundo entero, que diariamente consultan su horóscopo chino.

Observamos que a diferencia de la astrología occidental que se basa en los 12 meses del año, la astrología china se fundamenta en un ciclo lunar de 12 años. Determinan de este modo, el signo de las personas de acuerdo al año en que ella nació.

Cada uno de los signos del horóscopo chino y las personas que nacen bajo un signo determinado, son representados por uno de los 12 animales que lo integran y, a su vez, se les atribuyen una cantidad de características propias que los chinos consideran perfectas para representar a la naturaleza y la forma de ser de cada animal.

Según cuenta la leyenda, estos 12 animales pertenecientes al Zodiaco Chino fueron elegidos personalmente por Buda, y cuando éste se encontraba al borde de la muerte llamó a los animales de la naturaleza para que lo visitaran. Sólo llegaron 12 de todos los que invitó, entre ellos el buey, la rata, el tigre, la serpiente, el conejo, el dragón, la cabra, el perro, el caballo, el mono, el cerdo y el gallo. Por este gesto y en agradecimiento por haber asistido a su encuentro, el mismo Buda los homenajeó utilizándolos en representación de las 12 fases del horóscopo chino.




martes, 12 de febrero de 2008

I ching

Los chinos pensaban que cualquiera que lograse comprender
el I-Ching sería idóneo de contestar a todas las preguntas, solucionar todos los problemas y aliviar todas las enfermedades.
El I-Ching se escribió entre el año 1000 y el 500 antes de Cristo, aunque ya se usaba miles de años atrás. Se desconocen datos sobre el autor de este libro, pero en los años siguientes se vio completado con comentarios de sabios como el conocido Confucio.
En la actualidad, un gran número de occidentales han descubierto que las Mutaciones no son solamente útiles para la adivinación, sino que además lo son para la contemplación filosófica.
El distinguido psicólogo Jung colocó el I-Ching como ejemplo de lo que él llamó sincronicidad, coincidencia significativa o importante, y recomendó su estudio a los amantes de la sabiduría y del autoconocimiento, en su búsqueda de la verdad universal.
En el corazón del I-Ching habita el principio de la polaridad. En la cultura occidental comprendemos por polaridad la existencia de 2 opuestos, sin embargo, los chinos lo entienden como 2 energías opuestas pero complementarias. Una no puede existir nada sin la otra o, dicho de otra forma, una es inherente a la otra. Esto se representa en el antiguo símbolo Tai Chi.
Los antiguos chinos no consideraban la existencia de la luz sin la oscuridad o el día sin la noche. Entendían imposible comprender el concepto de luz sin haber experimentado la oscuridad.
Las diferentes energías que existen en el universo son generadas por estas energías polares. De la observación de estas interrelaciones surge la idea del cambio. Los chinos descubrieron que el universo y todo lo que hay en él está en constante movimiento. Si miramos el mar, veremos que cuando la marea llega a su punto más bajo, imperceptiblemente modifica su dirección y comienza a subir. Sigue unos ciclos regulares. Así se llegó a la conclusión de que hay unas pautas en la existencia que pueden ser descubiertas por quienes las investiguen.
Alguien, cierta vez, decidió representar el Yang mediante una línea entera, mientras que el Yin se representó con una línea partida.
Los estados positivo - negativo simbolizados por estas 2 líneas pueden compararse con el funcionamiento de los actuales ordenadores. Éstos procesan la información en forma de impulsos eléctricos. Sin embargo, esta información se pasa previamente a código binario. Ello significa que, en vez de utilizar números del 0 al 9 como acostumbramos hacer, cada número está formado por un 0 o un 1. Así es como cada número puede representarse en series de impulsos 0/1.